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LA IZQUIERDA PROGRESISTA

La mayoria de los militantes del PSC, no son "nacionalistas"

Muchos amigos míos son militantes o simpatizantes socialistas, los que son militantes del PSC, están preocupados, algunos creían, que con el Sr. Montilla, el partido ira alejándose de las posiciones "nacionalistas", se equivocaron, el Sr. Montilla es peor que Maragall, no tiene “ideología”, su conversión al "nacionalismo", es oportunista y desleal con sus votantes y militante, sus únicos principios son los de conseguir y mantenerse el poder.

A estos militantes, les apunto una solución y es dirigir esta carta al PSC.

Señores del PSC :

Por la presente solicito que me den de baja del partido, como militante y como simpatizante.

Los motivos por los cuales he tomado dicha decisión son:

Primero: a que no considero el castellano, (mi lengua materna) una lengua extranjera en Cataluña, tal como sostienen Uds., ya que consideran como única lengua propia de Cataluña el “Catalán”.

El segundo motivo, es que desde el gobierno que preside el PSC, se sigue financiando a entidades que tienen como fin, el fomento de la “nación Catalana”, y a medio plazo la independencia de Cataluña.

Por todo ello Interpreto un giro del PSC ha posiciones, que considero “nacionalistas”, criterios e ideas que son ajenas a la idea de la “España Federal”

Sin ánimo de extenderme, pues es innecesario seguir señalando motivos, solo una reflexión, siempre he creído que las instituciones publicas están al servicio de los ciudadanos y no al revés, por lo que tendrían que ser estas “las instituciones” y no los ciudadanos los bilingües

Les saluda atentamente

Otro día más Kandisky

 

La independencia y los poderes fácticos en Cataluña

La independencia y los poderes fácticos en Cataluña

En Cataluña se ha utilizando el nacionalismo, como un elemento para obtener ventajas políticas, sociales y económicas. Se trataba de tensar la cuerda tanto como fuera posible sin romperla y así obtener todas las ventajas posibles.

Los poderes fácticos no necesitaban manifestarse de forma directa, para ello contaban con una clase política catalana, que defendía sus interés.

Pero hubo un cambio de escenario (fin del poder de CiU), esto les ha puesto muy nerviosos, los hijos de esta clase política se han emancipado, mandan y como todo buen adolescente, según dice Arcadi Espada no temen a la “muerte”, arriesgan, sin tener en cuenta las consecuencias.

Es posible que pensarán que las aguas volverían a su cauce, que era cuestión de tiempo, modificar un poco el lenguaje no podía hacer mucho daño (ser más radical hablando) y tema solucionado.

Pero las cosas no han funcionado así, “la Bestia” ha probado la sangre y ahora es insaciable.

Esto ha creado un gran desconcierto de la clase política, incluso un presidente de un club de fútbol, plantea poco menos que la independencia, plataformas por todas partes que se movilizan por la independencia.

Plataformas y organizaciones de todo tipo que financiamos entre todos y que han ido configurando una clase de funcionarios ociosos, ya que solo tienen como función explicarnos, quienes somos y de donde venimos (objetivo crear una nación).

También han servido y sirven para agredir a los que no piensan como ellos, para intentar ell boicot de los “productos españoles”, para montar repetidores de TV3 en la Comunidad Valenciana (parte de sus Países Catalanes)

¿Pero qué pasa con los que han potenciado y financiado, el movimiento nacionalista?, ¿qué pasa con los empresarios, que ven que se les puede reventar el invento?... pues que se están poniendo nerviosos.

No se puede poner oficinas de la “Caixa”, por toda España e indirectamente financiar los movimientos que promueven el odio a España, sin que al final tenga consecuencias de todo tipo, entre ellas económicas.

Los empresarios tendrán que empezar a espabilar, o las cuentas de resultados irán mal, pero muy mal, porque saben que la independencia es el caos y la miseria económica, no solo en el momento de conseguirla (cosa bastante improbable), sino solo con plantearla .

Lo que no puede El presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo, Joan Rosell”, hablar de huelga fiscal, porque esta lanzando el tiro de salida a la incertidumbre y al del desastre económico, si se les gira el resto de España, se arruinan, y lo saben. las ventas en el resto de España representan el 70%, ¿o solo nos interesan la balanzas fiscales?

La autocrítica de la gran patronal catalana, es importante,pero ya es hora de que empiecen a a hablar claro y decirlo con todas las palabras “el nacionalismo ha dejado de ser un buen negocio”.

Otro día más Kandisky El dibujo es del genial dibujante chileno Félix Vega

La independía de Cataluña ¿ sueño o tragedia?

Ha llegado el momento de hablar claro, por el motivo que sea, (ya entraremos luego en el motivo), los poderes públicos en Cataluña se dedican a hablar mal de España, los medios de comunicación, que están subordinados a estos poderes, amplifican, y divulgan esa filosofía dándole una categoría de normalidad. Se establece por lo tanto, una dialéctica de Cataluña contra Madrid, en cualquier problema real o inventado

En este sentido hay que empezar a hablar claro, para empezar todos los que utilizan, los silogismos que niegan la pertenencia a la nación española, y que por el contrario establecen referencias al la nación deseada (Cataluña o Países Catalanes), están manipulando, pues no indican con esto deseo de conseguir una nación, sino de que es una nación

Veamos como puede ser una Cataluña independiente con estado propio

No nos engañemos, las relaciones con España serian malas, por lo que no contemplo una situación de colaboración, pero veamos

El nacionalismo catalán, tendería que seguir echando la culpa a España de sus problemas, por ejemplo planteando la recuperación del resto de los Países Catalanes ocupados por España, lo que nos llevaría a tener malas relaciones diplomáticas, conflicto en las fronteras España-Cataluña, necesidad de un ejército propio. Francia nos daría la espalda, pues temerían las reivindicaciones territoriales de Cataluña.

Ni quiero ni pensar lo que pasaría con una Cataluña fuera del mercado común, porque es tan nefasto para los intereses económicos de nuestras empresas, de nuestros ciudadanos, que mejor no contemplar esta posibilidad, aunque de hecho es la más probable

Con relación a la lengua, no hay que ser muy perspicaz, para que lo que ahora es la única lengua de las instituciones públicas, sera de hecho la única lengua oficial, los medios públicos de países extranjeros, (las televisiones, radios y medios de prensa españoles estarían limitados o prohibidos)

Con relación al deporte, nuestros deportistas podrían competir en el marco nacional entre ellos, por ejemplo tendríamos la liga de fútbol catalana, y nuestros club dejarían de competir con el resto de club españoles, salvo en los encuentros internacionales

Cuestiones de nacionalidad, tres millones y medio de ciudadanos de origen español, tendrán que decidir ser extranjeros o perder la nacionalidad española, lo mimo pasaría con los 200 mil catalanes residentes en España, de hecho el que se expresaran en castellano les situaría como catalanes de segunda categoría

Cuestiones empresariales, el 70% de la actividad comercial con España, a partir de la independencia serian exportaciones, y estas  se verían limitadas, reducidas y prácticamente inexistentes, re situar estas ventas en otros países puede ser cuestión de décadas, muchas empresas situadas en Cataluña preferirían situarse en España para no perder clientela , con lo cual aumentaría el paro de forma alarmante

De esto es de lo que tenemos que hablar, pues los nacionalistas nos venden un País idílico, donde todos los problemas que hay son producto de la pertenencia a España, y no de unos políticos catalanes incapaces.

En este sentido creo, que tendrian que ir los planteamientos de Félix Azúa , no tanto de si es legal o no un referéndum de autodeterminación, pues esta claro que no

Ser incómodo en este país es incomodísimo


05 noviembre 2007, El Correo Digital, Félix de Azúa

Lejos de representar su edad, Félix de Azúa (Barcelona, 1944) tiene aire de eterno universitario, de alumno aventajado y prematuramente avejentado por una sobredosis de libros. El escritor, que acaba de publicar 'Ovejas negras' (Bruguera), donde se recoge una selección de sus mejores artículos periodísticos de los últimos cinco años, acostumbra a recibir en su estudio de la parte alta de Barcelona, presidido por la vetusta y quizá decepcionada mesa de dibujo de su abuelo, arquitecto. Igual que su padre, arquitecto. Y también su bisabuelo, arquitecto... Es evidente que a Azúa, joven rebelde con causa, no le quedaba otra que intentar romper la cadena. Pero la vida es irónica y este doctor en Filosofía ha terminado impartiendo clases en la Escuela de Arquitectura. Además, en sus muchos años de escritor, no ha hecho otra cosa que construir: teorías, frases brillantes, poemas, ensayos, novelas... Y castillos en el aire en ese país imposible donde impera la ética y no existe el nacionalismo.

La entrevista no tiene lugar en el interior de su estudio, literalmente tapizado de libros, como cabe esperar de alguien que posee una biblioteca con 15.000 volúmenes, sino en la soleada terraza, que a su vez se abre a un enmarañado jardincillo. O más que jardín, bosque con ideas propias, porque allí las plantas crecen tan insumisas e irreverentes como el propio Azúa, que ahora las contempla distraído, tras sus gafas de miope, con una mirada felina, justo antes de saltar simbólicamente a la yugular de algún conocido político.

-¿Se siente cómodo siendo incómodo?

-Al contrario, es incomodísimo. Las ovejas negras, las públicas, somos muy pocas, unas diez. Y nos miran mal. La sociedad catalana es tremendamente compacta y acepta muy mal la disidencia. Aquí singularizarse es fatídico. Durante el franquismo, los antifranquistas éramos un puñado y teníamos problemas para relacionarnos con la gente normal. Aquí todo es hacia dentro. Los ricos catalanes no se exhiben. Es dificilísimo hacer el mapa de quién manda en Cataluña, porque a los que mandan de verdad nadie los conoce. Esta sociedad es por un lado muy gregaria y por otro, muy secreta, muy siciliana.

-Dice que le resulta incómodo. ¿No vive bien?

-Sobrevivo porque no dependo de la Generalitat, que tiene un poder enorme. Creo que el último presupuesto eran ocho billones de pesetas y eso, en un país tan pequeño y tan controlado, donde todos los medios de comunicación están en manos de esta élite, hace que casi todo el mundo dependa económica o socialmente de que el poder le admita. Yo, afortunadamente, como dependo de un ministerio madrileño, que es el de universidades, tengo cierta independencia. Pero las incomodidades son muchas. De entrada, yo no existo en este lugar y tengo que andar con mucho ojo con mis amigos para no perjudicarles. Cualquiera que se salga un poquito de lo que está mandado recibe inmedatamente un castigo. Es muy duro tener una antipatía permanente... Y luego están las amenazas. A mí me llegan a través del 'blog'. 'Te mataremos, te cortaremos las pelotas...' (en catalán). Y además sabes que si tienes un conflicto no te va a defender nadie. Es lo que le pasó a Albert Rivera, de Ciutadans. Claro que la situación no es tan grave como en el País Vasco, donde la violencia está organizada y, a mi entender, protegida por una capa muy seria del poder.

-¿Ir contra lo políticamente correcto le estimula?

-Es que la moral global es muy pequeñita, de pigmeos. Hoy en día se protege más al león que al cazador, porque se trata de culpabilizar. No se defiende ni a los leones ni a las minorías, que están tan aplastadas como siempre. Se trata de culpabilizar: porque fumas, porque bebes, porque eres mujer y tienes pérdidas de orina...

-¿Eso no está bien visto desde que lo anuncia Concha Velasco?

-No. Y no es una cuestión moral, sino una pura explotación. Lo de la mujer es evidente. España, según he leído, es el país de Europa que tiene más gasto en operaciones estéticas. Eso es porque las mujeres están culpabilizadas.

-Dice sentirse turista en su propia ciudad.

-Así es. El Ayuntamiento ha cerrado Barcelona a los barceloneses, desde la plaza Cataluña hasta el puerto. Ése es un reducto de turistas, de un turismo degradado. A ellos les encanta dar cifras. Pero del millón de turistas que vienen a esta ciudad hay una parte enorme de gente a la que traen de Holanda, Alemania o Inglaterra sin hotel. Los sueltan, duermen en la playa, y luego los arrastran hasta el avión y se van. Por las Ramblas no se puede caminar. Ese paseo se ha convertido en una especie de espectáculo constante para los señores que vienen de fuera. Hay una estatua humana cada diez metros, trileros...

Woody Allen

-Qué habrá pensado Woody Allen...

-Barcelona con Woody Allen reaccionó igual que el pueblito aquel de 'Bienvenido, Mister Marshall'. Les hacía una ilusión enorme que un director americano, al que ya nadie hace caso en su país, hubiera elegido la ciudad. Y, claro, la eligió porque le daban cien 'kilos', de nuestros impuestos. Y el Ayuntamiento, que nunca concede esas ayudas a cineastas de aquí y que impone restricciones a la hora de rodar, a Woody Allen le dio carta blanca. Hay que ser muy paleto.

-La ciudad de los prodigios es ahora la de los socavones.

-La incompetencia de Fomento viene de lejos. Magdalena Alvarez tendría que haberse retirado ya cuando estaba en Andalucía. Pero es que antes en Fomento estaba Álvarez Cascos y era igual de inútil. Y hay una segunda parte: es curioso que la Generalitat de Cataluña, que es un poder con una ambición omnímoda, no tuviera ni la menor idea de la que se iba a armar.

-¿Qué insinúa?

-Que o bien son unos ignorantes o unos incompetentes. Han retrasado las obras del AVE unos cinco años, discutiendo entre ellos si pasaba por aquí o por alla. Que pase cerca de la finca de mi primo; no, que vaya al aeropuerto, que yo tengo un negocio... Y esto por lo visto lo estaban haciendo sin haber realizado el menor estudio. El problema de la política catalana es que sus representantes son de una extraordinaria mediocridad, porque no son responsables de nada. Cuando hay un problema, el responsable siempre está en Madrid. Éste es un país chiquitísimo y los políticos viven en una burbuja. Los socialistas catalanes hablan entre ellos, comen entre ellos, van a sus bodas, sus bautizos, tienen hasta las mismas amantes... Sí, sí, conozco a varias de ellas. Y además se creen superiores, que es una herencia de la 'gauche divine', de cuando bañarse en pelotas en Cadaqués era un gran gesto ético, moral y de izquierdas

-Zapatero, aunque en domingo, sí visitó los socavones. ¿'Ingenuidaz', con zeta de Zapatero?

-No. De él pensamos que era ingenuo los dos primeros años. Ahora sabemos que es un tipo muy avispado, un oportunista que venderá su alma para conseguir lo que se propone. Claro que ha asumido toda la responsabilidad, porque en Cataluña tiene un enorme granero de votos. Es el típico dirigente personalista y yo diría megalómano. Cualquier persona sensata que conozca el País Vasco le habría dicho que no podía negociar de esa manera. Luego se mete en la Alianza de las Civilizaciones, a arreglar el mundo él solito... Sólo ha conseguido una foto con Kofi Annan y con el presidente turco. Se mete en el Estatuto de Cataluña diciendo: Aprobaré todo lo que me presenten... Y claro, le han pasado el catecismo del padre Astete, algo impresentable. Zapatero es un 'bluff', un globo hinchado, un personaje que sabe que buena parte de los votantes españoles no leen periódicos. Y responde a una imagen trivial, casi de programa del corazón. El sonríe, se hace el agradable, es simpático... Y mientras tenga enfrente un partido que está todo el rato poniendo cara de hermano prefecto de las doctrinas cristianas y dando capones y collejas lo tiene ganado. La derecha es que se pierde. En lugar de hacer un partido liberal, europeo, a la inglesa, están repitiendo los tópicos más aburridos de la derecha española de toda la vida.

-Pero ya viene Rato a arreglarlo.

-No creo. Los partidos sobre todo son empresas. Cambiar, no sólo un gerente sino un jefe de negociado, es dificilísimo. Para que cambiaran la línea tendrían que cambiar al viejo equipo aznarista de Acebes, Zaplana... En el PP hay gente viajada, no sólo Rato, con estudios, que conoce sistemas políticos europeos, sobre todo el británico, y que se da cuenta de que el PP no puede seguir atado a la Iglesia como está, o a cuestiones triviales como si los homosexuales se casan o no.

-'Si no puedo preguntar a mi pueblo... ¿para qué soy lehendakari?', se atormenta Ibarretxe.

-Sí, y una vez más echo en falta respuestas serias. Ese personaje, que a mí siempre me ha parecido un labriego, ignorante, fanático y visceral, necesita que se le dé una respuesta a esa pregunta ridícula. Y la respuesta es que no puede hacer esta pregunta. Uno, porque están matando gente. Dos, porque mientras matan y amenazan, hay muchos políticos que no pueden hacer campaña. Tres, porque hay pueblos en los que la gente vive muy asustada y a ver cómo puede defenderse allí la pregunta del referendum. Y cuatro, porque el PNV siempre ha dicho que, en el caso de que salga que no, habría que repetirlo dentro de unos años. ¿Y si sale que sí, no hay que repetirlo?

El hijo de Pujol

-Usted mismo se pregunta cómo acabará «este último capítulo de la mística hispana».

-Sólo hay dos posibilidades. Una, que en una de esas grietas que se producen y que suelen coger a los políticos en pijama se origine una ruptura unilateral; que los separatistas vascos o catalanes de pronto un buen día promuevan una desobediencia civil. Y la segunda posibilidad es que se aburran. Tal vez hagan falta otros cincuenta años. Pero yo creo que la esterilidad de las ideas acaba cansando incluso a los que las proponen. El otro día, en una entrevista, al hijo de Pujol le preguntaban si era independentista y decía que sí. Luego le preguntaban si creía que Cataluña sería alguna vez independiente y decía que no. Esta ambigüedad es típica de las clases altas catalanas y sobre todo de los que se han enriquecido con el nacionalismo. La familia Pujol ha pegado un salto tremendo. Era de la más pequeña burguesía y ahora son todos millonarios. Otro ha sido el presidente del Barça, Laporta, que siempre ha hablado español y con toda la familia de Falange. Todos estos han ganado mucho dinero y, claro, el nacionalismo les va muy bien. Así que no pueden apearse de esa postura independentista, pero tampoco les interesa que llegue. Entre otras razones, porque en una Cataluña independiente una familia tan rica como los Pujol se tendría que ir al exilio. Cuando inicias un proyecto de ruptura e independencia no sabes si vas a acabar en Chequia o en Chechenia. Ni Zapatero ha sido capaz de conceder la unificación de Navarra y el País Vasco, que era lo único que exigía ETA. Y no ha podido porque las Cajas del País Vasco y el Opus han dicho que no.

-Dos años después de la aparición de Ciutadans, ¿cómo lo ve?

-Las noticias no son buenas. Aquí se había creado una infraestructura y por problemas de personalismo típicos de los partidos españoles, en los que yo creí que no caerían, en el partido de Rosa Díez se están produciendo los mismos enfrentamientos de siempre: quién manda aquí, quién se presenta allá, quién hace las listas... A mí me ha decepcionado muchísimo. Estoy ya muy distanciado. Es volver a caer en las tonterías de siempre de los partidos españoles. Pero tengo la esperanza de que puedan hablar y entenderse. Sería absurdo que el partido de Rosa Díez se presentara en Cataluña desaprovechando la red que tiene Ciutadans y que Ciutadans por su parte tuviera que presentarse en solitario. Si eso fuera así, ni uno ni otro sacarían un solo diputado en Cataluña. Creo que en el partido de Rosa Díez alguien les está aconsejando mal.

«Somos ovejas negras»

-¿Ha hablado con Savater?


-Sí, el otro día, en Sevilla. Él me decía que no cree que llegue la sangre al río. Confío en que prime la sensatez sobre la desinformación. En Cataluña empezamos siendo diez ovejas negras y luego se consiguieron tres diputados.

-¿Ser español puede ser considerado algo vejatorio, tal como escribió con ironía Elvira Lindo?

-En Cataluña mucha gente lo considera así. El odio a España y a lo español es tremendo en esta tierra. Yo creo que superior al que pueda haber en el País Vasco. Y es un odio de pueblo. Muchos catalanes odian a España por puro complejo de inferioridad, empezando por la lengua. El otro día me enseñaron el libro de Historia que se utiliza en los institutos catalanes. No se puede imaginar... Todas las desdichas que allí se reflejan tienen su origen en España. Los niños están sometidos a un bombardeo ideológico igual que nosotros en época de Franco.

-¿Qué le evoca el 25 aniversario de la victoria socialista?

-Me ha hecho pensar en mi juventud. A mí me cogió en el País Vasco, en Zorroaga, y recuerdo el fiestón que se organizó. Eramos escépticos, pero durante unos años, en las dos primeras legislaturas de González, el país cambió enormemente, fue el momento más brillante de la política española. Luego, empezó a emputecer... Y ahora vuelve a ser la vieja política española, pero la de Maura, la de la Restauración, la del caciquismo, un horror y un aburrimiento. Me siento extraordinariamente decepcionado por el partido de mi juventud, que es el PSOE. Creo que nunca podré votar al PP, porque hay zonas de ese partido que no puedo aceptar, como el compromiso que tiene con la Iglesia. Pero cada vez tengo más dificultades para seguir al partido de mi juventud.

-¿Los curas de La Salle le machacaron mucho?

-Totalmente. Aquello se presentaba como un colegio para élites barcelonesas y era un puro correccional, una prisión repugnante, donde el personal docente, los curas, los hermanos de la doctrina cristiana, eran unos zotes. Los buenos son estupendos, los malos son asquerosos, pero los tontos son lo peor, porque hacen daño sin darse cuenta. Hay que negociar con buenos o con malos, jamás con tontos. El tonto es el que lo pierde todo y a ti te arruina. Y me temo que la política española está en manos de los tontos. Yo preferiría a los malos.

¿Por qué no se quejan los “catalanes”?, “El nacionalismo una enfermedad peligrosa”

La situación del Carmelo, los apagones de luz de la ciudad de Barcelona, la falta de previsión  de plazas en la facultad  de Medicina, el fallo del sistema eléctrico en el Vall d’Hebron,  el tema del 3% (bueno ahora parece que se trata del 20%),   el dinero gastado para tapiar un túnel y poder sacar la foto de la “inauguración de una obra del metro”.

Metro que en los últimos 8 años la "Generalitat de Catalunya" ha construido10 Km. y  la de "Madrid", ha construido su gobierno Autónomo  130 Km.

¿Por qué no se quejan?,¿ por qué no se movilizan?. El túnel de Vhiela está mal hecho, el eje trasversal de Lérida a  Gerona es un desastre,  la sanidad va peor ahora que antes, (¿habría que devolverla al estado?)

Y por último el tema del AVE, el desastre de los trenes de cercanías.   

¿Nos hemos cansado de quejarnos?,  una sociedad tan vigorosa como la catalana que es capaz de movilizarse por lo que sea, que tiene un nivel de sensibilidad enorme, véase como ejemplo:

a) Las movilizaciones por la Guerra de Irak, con las caceroladas correspondientes y  diarias.

b) Las movilizaciones  por los atentados del 11 M en la fase de denuncia, que comporta  su correspondiente acoso antidemocrático a  las sedes de Partido Popular en periodo electoral.

c) Las movilizaciones en apoyo al “Estatuto de Cataluña”,  con su correspondiente modificación del horarios de un partido de fútbol del Barça, (ya se sabe el Barcelona es más que un club).  

Una sociedad en que siempre hay gente dispuesta a defender valores, como la “libertad de expresión del Sr. Rubianes” (hay que acordarse de lo que el  ilustre intelectual dijo)., por cierto, suelen ser los mismos que agraden a Arcadi Espada en Gerona, e impiden hablar a Sabater en la Universidad Autónoma de Barcelona, boicotean los espectáculos de Albert Boadella y siempre están dispuestos a ir a los  actos del Partido Popular, (y últimamente de Ciutadans), a llamarlos fascistas o lo que sea. 

 No será que si no se  le puede echar la culpa  al “PP”,  los medios de comunicación de Cataluña, al no tener consignas claras  están desorientados porque no  le pueden echar la culpa al “inexistente nacionalismo rancio español”. 

No será que son tan  responsables o más la “Generalitat de Catalunya”, como el “Gobierno de España”. No será que además de pedir la dimisión de la Ministra de Fomento, habría que pedir también la dimisión de todos los políticos catalanes que de una u otra manera han contribuido a crear esta situación.

Llevan  décadas trabajando  en Cataluña para  un “País Imaginario”, y olvidándose del “País Real”.    

Otro día más Kandisky

SARKOZY,

Las críticas a Sarkozy por parte de ciertos medios de comunicación suelen ser, (lo que algunos aficionados al ciclismo entenderán) de “piñón fijo”, es por esto que entre los medios socialdemócratas, (como dice el inimitable Arcadi Espada) existe una cierta perplejidad con relación a Sarkozy.

Por un lado, se intenta encontrar constantemente algo para desacreditar al Presidente de Francia, siempre es un intento de decir algo así como “no es para tanto”.

Se critica su reacción a la entrevista, cuando una periodista en cuestión le pregunta sobre la situación de su matrimonio.

Es curioso que un tema en este caso de orden moral, sea el elemento en el cual se quiera basar el descrédito de un personaje difícil de digerir por la socialdemocracia española como Sarkozy.

Con el tema del Chad la situación empieza a ser “esperpéntica” , hablar de gesto de cara a la galería, (que se lo pregunten a las cuatro azafatas españolas haber si opinan que fue un gesto o una acción de política exterior), los mismos medios que valoraban como un gesto de responsabilidad, la visita de Zapatero a las obras del AVE en el Prat del Llobregat.

Por cierto, responsabilidad que parece no afectar a la Sra. ministra Magdalena Alvarez, ese “gesto de Zapatero”, si que es totalmente inútil, porque no aportó nada nuevo (salvo el desmontar la estación provisional del AVE en el Prat), sin embargo mereció profundos elogios por parte de alguna prensa.

Nuestra política exterior con relación a Maruecos es impresionante, mientras se sigue afirmando que no pasa nada y que nuestras relaciones son cordiales y excelentes, Maruecos retira y suspende las relaciones diplomáticas.

Tal vez la famosa “Alianza de Civilizaciones”, es un tema que no entendemos, y se sitúa a un nivel fuera del alcance de los mortales.

Zapatero en política exterior nos sacó de Irak, para lo que contaba con un mandato del electorado, ahora bien irse de Irak no significa dejar de tener presencia política en el mundo, a no ser que la política exterior consista en negociar con los Gobiernos Autónomos de Cataluña y el País Vasco, llevar el discurso de la negociación con ETA para buscar la “PAZ” al parlamento europeo, otro de los grandes logros, es conseguir un mayor espacio al idioma catalán en las instituciones europeas, (por cierto podría mirar si en la República de Cataluña, puede conseguir no un mayor, sino un espacio para el idioma castellano o español.

Es decir, estoy contra de todos los que critican la política exterior de Zapatero, yo creo que se equivocan, no es que tenga una mala política exterior, es que no tiene ninguna.

Siempre he sostenido que Zapatero, como Montilla no tienen ideología, y que se tiende a confundir radicalismo, (donde habrá quedado lo del talante), con políticas de izquierda.

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Del Blog de Santiago González (con tu permiso) Con 'Z' de Sarkozy



Qué papelón. Y qué pedazo de presidente se han dado a sí mismos los franceses. José Luis Rodríguez Zapatero acudió anoche a la base de Torrejón de Ardoz a recibir a las cuatro azafatas liberadas por el Gobierno del Chad tras la mediación del presidente de la República Francesa.

Nuestro presidente hizo una comparecencia conjunta con Nicolás Sarkozy, en la que habló del trabajo diplomático conjunto para liberar a las azafatas españolas y a los periodistas franceses. La división del trabajo siempre ha sido clave para aumentar la eficacia. La embajadora española en Camerún, Mª Jesús Alonso, se desplazó al Chad para ver a los siete tripulantes españoles y antes de que le dieran el permiso, Sarkozy estaba de vuelta con las azafatas. Una de ellas, Sara López, destacó la "extraordinaria" actuación francesa.

C'est la grandeur, qué le vamos a hacer, otro nivel. Afortunadamente, España es plural y diversa y siempre queda espacio para una visión alternativa. Adivinen los sagaces remeros cuál de las portadas reproducidas corresponde al periódico que más le gusta al presidente del Gobierno:


Albert Boadella

Albert Boadella

Albert Boadella 1/3

Albert Boadella 2/3

Albert Boadella 3/3

 


NURIA AMAT

NURIA AMAT

El circo patriótico

NURIA AMAT 16/10/2007

Cataluña, creadora de artistas, ha sido siempre defensora de la libertad y derechos de las personas. El carácter catalán (me remito a los archivos) "es realista, práctico, sensato, comprensivo, intuitivo, genialoide, y con un gran sentido común en sus actividades diarias, pero también llega a ser, en determinadas ocasiones, idealista en exceso, excéntrico sin remedio, capaz de apostarlo todo a cara o cruz, buscando ser grande y sufriendo de ser un país pequeño". La Historia es una espina clavada en una buena parte de los catalanes. De ahí que sus políticos se sientan cargados de una misión excelsa -salvar el pueblo catalán-, forjada, en muchos casos, por un sentimiento colectivo y contagioso que deriva, como ahora, y por parte de un sector minoritario del gobierno, en un nacionalismo excluyente que cree tener en su país a un gran enemigo hereditario, al punto de no poder seguir viviendo ni existiendo sin este enemigo en casa, real o imaginario.


Para el catalán, la lengua catalana forma parte de la continuidad de un país que es hoy en día un país de países. En esta pluralidad consiste la gran fortuna de la Cataluña de los últimos años. Por razones históricas de todos conocidas, este país "de acogida" ha sabido enriquecer su cultura esencial, su lengua propia, con la lengua castellana que siempre se ha hablado en Cataluña, especialmente, en Barcelona; ciudad que mantiene su bilingüismo como una de las grandes riquezas que la caracteriza. Donde no se habla un catalán perfecto ni tampoco un castellano inmaculado. Las dos lenguas son felizmente impuras. Conviven. Se casan o aparean. O bien se divorcian para procrear de nuevo.

No es este el parecer de los políticos que, en la actualidad, gobiernan Cataluña. Por un afán de cerrazón, mantenimiento de poder oficial y pureza identitaria, han decidido utilizar la lengua como bandera única de su ideología. Cuando de todos es sabido que en Cataluña hay escritores en castellano muy buenos, algunos de sus gobernantes y palanganeros resolvieron anunciar contra viento y marea que solo merecían asistir a la Feria del Libro de Frankfurt autores catalanes catalanoescribientes. Eliminando de este convite general, a los escritores catalanes castellanoescribientes, a los que niegan la pertenencia a una cultura específica.

Se está dando un comportamiento nuevo en la sociedad gubernamental catalana, muy distinto de la riqueza genuina de las generaciones catalanistas anteriores que favorecían el intercambio de literaturas y celebraban el bilingüismo como forma de convivencia. ¿En qué idioma escriben o escribimos estos escritores sin tierra, que nos presentan como castellanos en Cataluña y catalanes en todas partes? En la misma lengua que, casualmente, muchos presidentes y diputados de la Cataluña actual hablan en su entorno familiar. Un castellano naturalmente periférico.

Signo de estos tiempos de pestes nacionalistas es que la ideología domine la lengua hasta convertirla en instrumento de credo, tal y como el lingüista Victor Klemperer observó en su vigente y muy recomendable libro La lengua del Tercer Reich. ¿En una Europa por fin libre y abierta hay que dudar aún de que Kafka fuera un escritor checo que, casualmente, escribía en alemán? ¿No fueron estas mismas palabras las que impuso Stalin en los países soviéticos? ¿Y cómo se atreve Praga a vivir de su genial escritor "extranjero"?

Volviendo a Klemperer, que en el comienzo lento hacia la guerra del exterminio fue apartado de su cátedra y le impidieron el acceso a todas las bibliotecas públicas, conviene recordar que "cuando el poder se apodera del discurso, su lenguaje impregna el lenguaje del ciudadano y se extiende a todo con una naturalidad asombrosa, como si fuera lo esperado y lo evidente". En el caso catalán o español, este sutil proceso hace que no llame atención alguna que escritores catalanes, castellano-escribientes hayan sido tenuemente marginados de sus puestos de trabajo en la Universidad catalana. Proceso igualmente vivido, acaso de modo más evidente, en la comunidad vasca. A lo que se añade la manipulación patente de libros de texto, reglamentos universitarios y demás documentación burocrática o empresarial.

Si por un lado los ciudadanos son los receptores directos de los usos lingüísticos de los políticos, por otro, en su utilización de la lengua se reflejan los privilegios y opresiones que ella reparte. El lenguaje ha intoxicado a los habitantes y más allá del grado de españolismo o catalanidad que uno posea, la lengua protegida se va interiorizando y conquistando conciencias de quienes va encontrando al punto de paralizar a quienes piensan en contra.

Así, la expresión famosa es catalán quien vive y trabaja en Cataluña, altera su sentido válido y, en principio, positivo por otro negativo: dando a entender que no es catalán quien no escriba o hable el idioma que debe hablarse en Cataluña. Y, por tanto, merece quedar excluido de los medios radiofónicos como el caso de persecución lingüística recientemente ocurrido a la escritora uruguaya-catalana Cristina Peri Rossi. Ejemplo en el que la inmediata reacción de un sector de ciudadanos está consiguiendo reencauzar a buen término.

En los medios nacionalistas, expresiones y palabras se inventan o se modifican para su uso provechoso, haciendo caer en el olvido o desaparición la anterior situación que le daba verdadero sentido. Por la misma regla de tres, el nacionalismo español utiliza términos como patria, patriotismo, ciudadanía, nación, sentimiento nacional, soberanía. O expresiones cómo: vamos a ganar para devolver España a los españoles. (Entre paréntesis, como si sólo fueran españoles los que actúan y piensan como Rajoy. O sólo fueran catalanes los que piensan y actúan como desea Carod Rovira). El peor efecto de este lenguaje es suscitar a las personas un estado de ánimo propicio para el cumplimiento de sus programas. A fin de catalanizar, si cabe aún más el idioma, utilizan el léxico familiar más rural. Hasta Pompeu Fabra se levantaría de la tumba al oírlos. Por no decir, todos los escritores de la Renaixença. Y los más cercanos del Novecentismo catalán (Carner, Riba y un largo etc). Absurdamente creen que esta vulgarización impuesta de la lengua catalana la hace más estatal y más auténtica.

Sin duda, la forma popular de hablar les sirve como marca identitaria y señal de que uno está en el lugar adecuado. En la única opción permitida. En lugar de decir la palabra España (menuda maldición) hacen toda clase de circunloquios para referirse al país, llamándolo Estado español, catalán o peninsular. Como también el caso grandioso de un periodista que hace unos días, para comentar la despedida de un torero en una sonada corrida en Barcelona, decía: "César Rincón se despide de Europa".

O, también, aquel informativo televisivo: "Llueve en todo el Estado español".

Así las cosas, quienes los españolistas acusan de catalanistas, y los catalanistas acusan de españolistas son los más próximos a tener razón.

Nuria Amat es escritora.